Protege tus diseños de moda e ideas de negocio

Las invenciones se pueden patentar. Una patente es una protección tangible, un conjunto de derechos exclusivos que se solicitan al Gobierno o a una autoridad competente para que el nuevo producto no sea explotado industrialmente por terceros (impide a otros la fabricación, venda o utilización sin consentimiento del titular). Los derechos legales se pueden reclamar por vía judicial, pero la patente no impide las copias, sino que las hace ilegales y, por lo tanto, se puede llevar a juicio al infractor.

Es un título jurídico que confiere ciertos privilegios a su titular, a cambio de que la invención sea hecha pública. Entonces, implica la difusión pública de los detalles constructivos y funcionales de la invención, su relación con otras patentes similares y sus puntos débiles encontrados por el registro.

Se puede patentar un procedimiento nuevo, un aparato nuevo, un producto nuevo o una mejora o perfeccionamiento de los mismos. Su duración es de veinte años desde la fecha de presentación de la solicitud y se deben pagar tasas anuales desde su concesión.

Llegado el punto, nos podemos preguntar:

• ¿Se pueden patentar las innovaciones incrementales, como sería el caso de diseños de moda que no suponen invenciones en estado puro?
• En el supuesto caso que haya alguna manera de proteger los diseños, ¿cómo se hace si en definitiva se han de hacer públicos?

La Oficina Española de Patentes y Marcas distingue las modalidades siguientes:

• Las marcas y los nombres comerciales
• Las invenciones
• Los diseños industriales
• Topografías de productos semiconductores

Cuando me he referido a las invenciones he dejado claro que son patentables, pero también es importante saber que se pueden proteger invenciones con menor grado inventivo que las que se protegen con patentes, mediante los Modelos de Utilidad. En este caso se pueden proteger dispositivos, instrumentos o herramientas que se caractericen por su utilidad y practicidad, no por su estética como sería el caso de los diseños industriales. La protección sería similar a la que dan las patentes, pero su duración sería de diez años desde que se presentó la solicitud y también se debe pagar tasas anuales.

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¿Cómo proteger los diseños de moda?

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Los diseños de moda (bolsas de mano, ropa, zapatillas deportivas o complementos) sí se pueden proteger en toda la Unión Europea mediante el título de Diseño Industrial. Se trata de la Ley 20/2003, de 7 de julio, de Protección Jurídica del Diseño Industrial. Sin embargo, no todos los diseños de moda se pueden proteger, sólo cuando tienen las características siguientes:

1. El diseño ha de ser una novedad. No puede ser idéntico a otro diseño dado a conocer con anterioridad (entendiendo que se consideran iguales los diseños con características que solamente difieren en detalles irrelevantes)
2. El diseño ha de tener carácter singular. Esto sucede cuando una pieza produce una impresión general a un usuario informado diferente de la impresión general producida al mismo por cualquier otro diseño. Un usuario informado puede tener la misma impresión en diferentes piezas similares. Por lo tanto, no se puede proteger el estilo de un diseñador, sino las piezas que este diseña.
3. El diseño ha de ser registrado en la Oficina Española de Patentes y Marcas. La Ley de Diseño Industrial obliga a los diseñadores a registrar sus colecciones.

Imitar se suele hacer, pero lo que no se puede hacer es fabricar y comercializar diseños idénticos.

En el supuesto caso que un diseñador descubra que se han copiado modelos que no tenía registrados previamente se puede denunciar al infractor por Competencia Desleal (Ley de Competencia Desleal), por Diseño Comunitario No Registrado, por marcas o Propiedad Intelectual. Eso sí, sin muchas garantías de que ganará el caso.

La protección de los diseños de moda se podrá proteger hasta cinco años desde la fecha de solicitud, siendo posibles renovaciones posteriores hasta un máximo de veinticinco años.

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¿Se puede patentar una idea de negocio?

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Una idea de negocio es algo intangible y, a no ser que tenga una originalidad absoluta y se pueda proteger por Propiedad Intelectual, no se puede patentar.

Sí es posible hacer que la idea de negocio sea tangible describiéndola en un documento sus características como si se tratase de un proceso, un producto o un servicio. Tendremos, entonces, el Derecho de Autor que protege la forma mediante la que se expresa la idea detalladamente, pero no protege la idea en sí misma.

Como he comentado antes, una patente es una protección tangible que, mediante la descripción de su funcionamiento y la posibilidad de ser materializada o ejecutada, será posible la patente.

Entonces el diseñador podrá describir los diseños de moda en un soporte, si es que aún no se tenía pensado su producción y comercialización, para recurrir a la Ley de Propiedad Intelectual en el supuesto caso que sus modelos sean copiados.

Todo lo que habéis leído hasta aquí es aplicable a nivel Europeo, pero no a nivel internacional, debido a que hay variaciones. Por ejemplo, en Estados Unidos es frecuente que los diseñadores usen el copyright o patentes de diseño. Muchos productos que aparecen en revistas y pasarelas de moda no se protegen por la Ley de Diseño Industrial debido a que no hay una protección global de diseños.

Si tenéis pensado competir a partir de imitaciones deberéis aseguraros de dos detalles:

• Que los modelos que imiten tengan las suficientes diferencias con los auténticos, para no ser considerados copia.
• Tener asesoramiento de abogados especialistas en estas cuestiones.

Se puede hacer uso de la Ley de Competencia Desleal o la Ley de Propiedad Intelectual, pero es la Ley de Diseño Industrial la que tiene un régimen especializado para este tipo de productos.

Autor: Jordi Valls

Fuentes: oepm.es | interiuris.com | noticias.juridicas.com | definicionabc.com